Impresiones fotográficas a cera soporte madera 30×20 cm.2009
Entre uno y otro límite están las ceras, suspendidas entre el riesgo de fusión y fractura. De manera similar Daniela Mastrangelo vive su atormentada vida de artista. Su estructura molecular es fluida, como la de la cera. Cambia continuamente dependiendo del contacto y la temperatura de los objetos y de las formas con las que uno viene a visitar. Desde siempre atraída por lo desconocido, como Ícaro vuela en el espacio abierto y se divierte jugando con las imágenes – consciente del equilibrio inestable y de la búsqueda continua del centro – en equilibrio entre tierra y cielo, entre agua y fuego, entre horizontalidad y verticalidad. Recientemente se dio cuenta de que tener alas no es sólo para volar, sino también para arrancarse dos dedos del suelo. Conciencia de una actitud: la sutil diferencia que hay entre protegerse y defenderse, al estar como observando. Superados los preliminares del ver, Daniela consigue hoy transmitir en imágenes el encanto de esas sensaciones. El ojo agudo del águila, capaz de visualizar al mismo tiempo la bifocalidad del área de búsqueda, está impregnado en ella y le ha permitido cambiar de dirección.
El material que usted elige – la cera – ¡convenientemente maneras! En su composición química, para garantizar su estabilidad e integridad en el tiempo, le permitía experimentar a ultranza.»
Escrito por Marco Fioramanti